Las cocineras tradicionales: el patrimonio vivo que México ignora
México presume su gastronomía en rankings internacionales, vende tours culinarios a turistas con dólares y
México presume su gastronomía en rankings internacionales, vende tours culinarios a turistas con dólares y
Crónica gastronómica en Tabasco: tortillas de pozol, quesos de leche bronca y pejelagarto asado. El territorio que no aparece en folletos turísticos.
Explora Moloch, el puesto del Mercado Medellín en CDMX donde la cochinita pibil se come al natural: sin aderezos, sin subterfugios, solo sabor puro prehispánico y sazón yucateca.
Casa Destreza realizó una cata-maridaje en colaboración con Aura Pizzería para demostrar que el mezcal no solo se bebe: también se come con memoria. El evento presentó tres etiquetas —Espadín, Tobalá y una crema de piñón— maridadas con platos diseñados por el chef Alan Galindo, como un hummus de betabel rostizado, bacalao con moles y un cóctel de cierre con cítricos y jengibre. A través de esta experiencia, la marca reafirmó su compromiso con la tradición mezcalera, la sustentabilidad y la búsqueda de narrativas sensoriales que conecten producto, cocina y territorio.
Fideo Gordo reinterpreta la cocina nikkei con fideos caseros, memoria familiar y sabor rebelde en el corazón de la Roma Norte, CDMX.
Sabor es Polanco se anuncia como el festival gastronómico más importante de América Latina. Promete tradición, diversidad y experiencias gourmet en dosis ilimitadas. Pero detrás del marketing y las cifras abrumadoras, el evento deja un sabor más ambiguo: el de una celebración del acceso antes que de la cocina. Este artículo cuestiona si lo que ahí se festeja es realmente la riqueza gastronómica de México o el derecho exclusivo a consumirla desde el privilegio.
Fuego controlado y ambición internacional La carne no miente. Y en Cuerno Masaryk lo saben
Gaggan Anand llega a La Docena con su cocina rebelde que desafía el fine dining. Analizamos por qué su visita marca un hito para la gastronomía mexicana actual.
En Santa María la Ribera no hay fuegos artificiales. Hay memoria.Ahí está Xuva’, el restaurante
Hay hoteles que gritan lujo y otros que lo susurran con clase. Casa 1810 Parque pertenece a esa segunda especie. Escondido en la calle del Codo —una de esas esquinas donde San Miguel de Allende parece tomarse un respiro entre galerías, adoquines y turistas en modo selfie— este hotel boutique no presume, seduce. No compite por tamaño ni por ornamento: apuesta por atmósfera, detalle y un servicio que no necesita anunciarse.