Silvestre Ortiz: fuego, arroz y dignidad
Esta historia no empieza con un restaurante. Empieza con una caída. Con una cocina prestada.
Esta historia no empieza con un restaurante. Empieza con una caída. Con una cocina prestada.
En un mundo donde la nostalgia se sirve en envases desechables, Los Panchos sigue apostando por el sabor sin concesiones. Un restaurante que no necesita reinventarse, porque ya lo hizo bien desde el inicio. Aquí, el confit de tradición aún se sirve caliente.
El Matto, en el tarot, es ese loco que se lanza sin certezas, que camina