La decoración minimalista y las sillas cómodas me recibieron con Marc Anthony sonando desde las bocinas. No es lo que uno espera de una cantina tradicional mexicana, pero tampoco lo que molesta. La Numantina, en San Rafael, promete menú cantinero clásico pero llega vestida para otra ocasión. Entre la barra bien iluminada con botellas de todo tipo y las pantallas mostrando el reproductor de mp3, uno entiende que está en territorio híbrido.

Las cantinas mexicanas tienen códigos no escritos: música de mariachi o ranchera, mesas de madera rayada, ambiente de barrio. Aquí, el mobiliario cómodo y la iluminación elegante sugieren otra narrativa. No es malo, pero sí confuso cuando la carta insiste en la tradición cantinera de 80 años.
Las tostadas de pulpo (120 pesos, tres piezas) funcionan como deben: marisco fresco sobre base crujiente que resiste la humedad, pico de gallo equilibrado y aroma oceánico genuino. Aquí no hay trucos, solo producto bien manejado. La porción es honesta y el precio, justo. Es el tipo de botana que funciona tanto para el trago vespertino como para el hambre real.

El mixiote de conejo eleva la apuesta. La carne, procedente de un rancho entre Querétaro y Estado de México, llega tierna y dulce, manejada por alguien que entiende la proteína. El adobo de chiles ancho y guajillo tiene decoroso picor sin invadir, permitiendo que el sabor del conejo se exprese. Mi única objeción técnica: el aluminio. Cuando tu platillo se llama mixiote, el papel de maguey no es decoración, es parte de la técnica. Por 250 pesos, uno también esperaría tortillas hechas a mano, no las industriales que acompañan esta buena preparación.

La tabla de quesos queretanos confirma que la cocina conoce su región. Productos locales bien curados, acompañamientos que complementan sin competir. La mezcalita de jamaica es un coctel competente, aunque no memorable: cumple su función sin aspirar a ser la bebida emblema del lugar.

El servicio, atento desde la recepción, mantiene el profesionalismo durante toda la experiencia. Ningún tropiezo, ninguna sorpresa desagradable. Esa consistencia dice algo sobre el manejo del lugar.
¿Entonces cuál es el problema? La Numantina no hace nada mal, pero tampoco termina de definir qué quiere ser. La carta habla de tradición cantinera, pero la música de salsa y el ambiente pulcro sugieren otra cosa. Como si aspirara a ser La No 20 pero acabara siendo una cantina con muebles de showroom.

En el ecosistema gastronómico de la zona, La Numantina es una alternativa competente. Ejecuta bien, no estafa en precios y mantiene calidad en productos. Pero entre la música de club y los manteles inmaculados, uno se pregunta si realmente quiere rescatar esa tradición de 80 años o solo la está citando como argumento de venta.
La honestidad está en la cocina, la confusión en el concepto.
La Numantina ★★★
- Manuel María Contreras 4, San Rafael, Cuauhtémoc, 06470 Ciudad de México
- 55 8917 9927
- lanumantina.mx
Especialidad: Cantina mexicana contemporánea
Dirección: San Rafael, CDMX
Rango de precios: $120-250 por platillo
Destacado: Mixiote de conejo
Para: Comidas de mediodía en zona centro o celebrar el “after office”
Recomendación: Tostadas de pulpo y tabla de quesos queretanos
Sobre el sistema de estrellas:
★: Insuficiente o sin propuesta clara
★★: Correcto, pero sin profundidad
★★★: Buen nivel, con propuesta definida.
★★★★: Muy recomendable, con identidad sólida y ejecución destacada
★★★★★: Excepcional, con impacto, coherencia y vocación cultural