Los detalles de Mammut están cuidadosamente seleccionados

Mammut: fermento, fuego y finura sin aspavientos

En una ciudad donde la pizza ha sido reducida a delivery, topping y algoritmo, hay lugares que deciden pensarla distinto. Mammut, en la Juárez, no grita que es distinto: lo demuestra. Y no desde el horno (aunque también), sino desde la mirada con la que plantea cada ingrediente.

Los aspectos de Mammut Pizza Rústica están cuidadosamente planeados

No es una pizzería de Instagram. Es una cocina con criterio.

La noche comenzó con una ensalada affumicata, lechugas tatemadas al momento, con el perfume discreto de un humo líquido que no invade, sino que acompaña. No hay exceso de carbón ni teatralidad de asador. Lo que hay es lechuga con historia, con temperatura, con textura. Y eso ya es decir mucho.

Luego llegaron las berenjenas empanizadas en panko con miel picante. Doradas, ligeras, sin grasa invasiva. El dulzor de la miel no cae en cliché y el picor aparece con elegancia. Es el tipo de plato que podría haber salido mal de tantas maneras… pero aquí no. Aquí todo está medido. Todo tiene lugar.

Berenjena frita y miel picante | $155

La Margarita Mammut es un homenaje que no copia: la burrata de Vesuvio —proveedor nacional que merece más reflectores— llega fresca, cremosa, equilibrada. No roba cámara. No grita. La base de tomate, con su fermento justo y su borde aireado, sostiene sin competir. Aquí, la masa tiene discurso. Y la pizza no presume: persuade.

Pero el momento más inesperado (y más celebrado) fue la pizza de mortadela al pistache, con ricotta -también de Vesuvio– y base blanca. Suena barroco, pero es una sinfonía contenida. La grasa de la mortadela se funde con la frescura de la ricotta. Hay armonía. Hay textura. Hay un respeto por el ingrediente que se nota desde el primer bocado.

Pizza de mortadela al pistache | $265

Mammut no está diseñado para likes, pero sí para repetir. No es pizza para el “foodie de pose”, sino para el que quiere morder masa, pensarla, saborearla y —por qué no— cuestionarla. El servicio es correcto. La carta es breve pero contundente. Y el horno está ahí como debería: como medio, no como pretexto.

En tiempos donde las pizzerías de barrio se disfrazan de trattoria y los menús vienen con “concepto”, Mammut se limita a hacer lo suyo. Y lo hace bien. Muy bien

Los lunes toda la barra de Spritz están $99.00

📌 Mammut – Ficha del antojo

¿Qué probé?

  • Ensalada affumicata (lechuga tatemada con humo líquido)
  • Berenjenas empanizadas en panko con miel picante
  • Pizza Margarita Mammut (con burrata de Vesubio)
  • Pizza de mortadela al pistache (base blanca, fiore di latte, ricotta Vesubio)

Lo que más me gustó: 🥇 La mortadela: cremosa, balanceada, sin miedo al ingrediente. 🥈 La masa: fermentada, aireada, sabrosa por sí sola. 🥉 El uso del humo en la ensalada: sobrio y con sentido.

Lo que debes saber: ✔️ Las pizzas tienen base blanca o roja, y combinaciones pensadas, no ostentosas. ✔️ Vesubio es un productor nacional de burrata y ricotta de gran calidad: aquí se le da el respeto que merece. ✔️ El local es sobrio, sin pose. Ideal para cenar sin apuro, sin ruido y con atención al bocado.

Ambiente: Casual, sin pretensión. Bien ventilado. Mesas amplias. Cocina visible. Terraza disponible

Precio promedio por persona: 💵 $350 a $500 MXN (con entrada, bebida y compartiendo pizza)

Ubicación: 📍 Oxford 21, Colonia Juárez, CDMX.

Ideal para: 🍕 Comer pizza con técnica sin que te vendan humo. 🧀 Amantes de los quesos bien tratados. 🗣️ Conversaciones largas sin interrupciones ruidosas.

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