Prime Steak Club: El Regreso de un Campeón

Prime Steak Club inicia una nueva etapa bajo el liderazgo del chef Rodrigo Castilla, quien regresa para afinar su propuesta y llevar al restaurante de vuelta al radar internacional. Esta crítica editorial destaca su cocina de precisión: desde un taco de wagyu al trompo que reinventa el pastor, hasta un ribeye Black Angus Prime servido con cuchillos lisos —símbolo de técnica y respeto por el producto—. Aquí, cada detalle importa: guarniciones pensadas, servicio informado y postres que no decoran, sino convencen. Prime Steak Club no está improvisando su regreso al World’s 101 Best Steak Restaurants: lo está cocinando con convicción.

Hay lugares donde la carne no solo se sirve: se venera. Prime Steak Club es uno de ellos. Pero lo que más sorprende no es la calidad del producto —que la tiene de sobra— sino la renovada claridad con la que está volviendo a ocupar su sitio entre los mejores steakhouses del mundo.

El nuevo menú, aún en fase de evolución, apunta alto. Y no es casualidad. La llegada de Rodrigo Castilla como head chef marca un antes y un después en la cocina del lugar. Su visión técnica y claridad en ejecución ya se sienten en cada plato. Castilla no viene a improvisar: viene a consolidar. Y todo apunta a que llevará a Prime Steak Club de vuelta al radar internacional: sí, al World’s 101 Best Steak Restaurants, donde ya estuvo y —con este nivel— pronto volverá.

Carne bien pensada. Cocina con convicción.

La experiencia arranca con una secuencia de sales y salsas que no son puro espectáculo: tienen sentido, técnica y propósito. Desde la sal ahumada de nogal hasta la trufada francesa, pasando por una salsa de xoconostle y chile morita que podría estar en la carta de cualquier restaurante de autor.

Pero el momento que confirma todo llega con el taco de wagyu al trompo. Una preparación que juega con códigos del taco al pastor pero los lleva más allá: tortilla de calidad, adobo profundo, piña caramelizada y la textura exacta del wagyu cocido a la leña. Un taco para recordar, incluso en una ciudad donde el taco es religión.

El tiradito de kampachi y pulpo, con leche de tigre de chile manzano, muestra otra cara del restaurante: la que entiende el equilibrio, la acidez, la cocción al fuego sin excesos. Aquí no hay poses, hay cocina. Y detrás, una brigada que conoce su técnica y cuida el ritmo del servicio sin error.

El ribeye que lo dice todo

El protagonista, como debe ser, es el corte. En este caso, un ribeye Black Angus Prime servido en tabla caliente con cuchillos bien afilados (detalle que se agradece). Cocción perfecta, sabor potente, grasa justa. Aquí no hay recortes: la carne es de museo, como ellos mismos lo dicen. Pero lo que sorprende es que la ejecución iguala a la materia prima, cosa que no todos los asadores logran.

Y justo aquí vale hacer una pausa importante: el tipo de cuchillo que se entrega al comensal no es un accesorio, es una declaración. Prime Steak Club ofrece cuchillos lisos de hoja limpia, como los grandes asadores del mundo. Nada de sierras de dentado barato que desgarran la carne y esconden errores de cocción. Un corte bien hecho no se pelea con el cuchillo: se desliza. Que lo sirvan así, con herramientas correctas y sin show innecesario, habla de respeto por el oficio.

Un lugar con historia y futuro

Prime Steak Club ya ha estado antes en la lista de los World’s 101 Best Steak Restaurants, un ranking internacional elaborado por la firma inglesa Upper Cut Media House, que cada año evalúa asadores de alto nivel en más de 50 países. No se trata de una guía basada en votos populares ni en reseñas comerciales, sino en visitas anónimas y curaduría editorial especializada. Aparecer ahí no solo reconoce la calidad del corte: exige dominio técnico, consistencia y experiencia completa de alto estándar. Prime lo logró una vez, y con esta nueva etapa, todo apunta a que volverá.

Una mención especial merece también la col prensada con alioli de ajo tatemado y vinagreta cítrica, que demuestra que incluso las guarniciones pueden brillar cuando hay rigor.

Y como cierre, un cheesecake de mandarina y maracuyá que limpia el paladar con frescura, textura y buena mano pastelera. Ni empalagoso ni decorativo: un postre que cumple función y sabor.

Un servicio que sabe estar

Nada de solemnidades forzadas. En Prime Steak Club te atienden con naturalidad, pero con conocimiento. Aquí se nota entrenamiento, sí, pero también hospitalidad real. Los meseros dominan los ingredientes, recomiendan sin presión, entienden el ritmo de la mesa. No hay duda: esto es alta gama sin rigidez.

Un regreso con nombre propio

Lo dije al inicio y lo repito: Rodrigo Castilla es la clave de esta nueva etapa. Su presencia no se limita a dirigir cocinas: plantea visión, ordena prioridades, imprime estilo. Prime Steak Club, bajo su liderazgo, tiene todo para consolidarse como el asador más refinado —y con más carácter— de Ciudad de México. Y si el rumbo se mantiene, no será raro verlo de nuevo entre los mejores del mundo.

Este es el tipo de lugar que se vuelve imprescindible no solo por la calidad de su producto, sino por la forma en que redefine los estándares de lo que debe ser un steakhouse mexicano. Cuando un restaurante logra que cada elemento —desde el cuchillo hasta el último bocado del postre— funcione en perfecta armonía, cuando la técnica se vuelve invisible porque todo fluye naturalmente, entonces estamos ante algo más que una buena comida: estamos ante una experiencia que marca el rumbo de toda una categoría gastronómica.


Prime Steak Club
★★★★★ (Imprescindible)

Lugar: Reforma 333, Cuauhtémoc, Ciudad de México

Lo imperdible: Taco de wagyu al trompo, ribeye Black Angus Prime, cheesecake de mandarina y maracuyá
Lo que eleva la experiencia: Cuchillos lisos, técnica pulida, servicio informado
Estilo: Asador contemporáneo ultra premium
Precio promedio por persona: $1,500–$2,000 MXN
Redes sociales: @primesteakclub.cdmx
Visita realizada: 15 de julio de 2025


#EstoNoEsUnaReseña: este texto es una crítica editorial basada en experiencia directa. No hay patrocinios ni acuerdos comerciales con los restaurantes mencionados.